lunes, 20 de enero de 2014

El Buen Sexo, salud para el cuerpo y el alma

Muchos de vosotros os habréis preguntado algunas veces si es verdad todo esto que se dice de que el sexo es saludable, que el semen es bueno para la piel, que  previene el cáncer, que prolonga la juventud, que los que practican el sexo con cierta asiduidad y entusiasmo, viven más, mejor y son más felices, que practicarlo en la vejez reduce medicamentos, alivia dolores, da más calidad de vida, etc.

Al buen sexo se le atribuyen muchos milagros, la ciencia últimamente no cesa de hacer estudios de todo tipo para demostrarnos lo sano, natural y placentero que resulta. Buscad en Internet (sexo y salud) y encontraréis cientos de trabajos, conclusiones, encuestas e incluso tesis doctorales que hablan del tema.

Entonces ¿Porqué a pesar de todo esto, nos cuesta tanto creer dónde radica la fuente de la eterna juventud que tanto buscaban los antiguos alquimistas? ¿porqué hemos dejado que los prejuicios, viejos patrones, creencias, resistencias, tabúes, historias, leyendas, falsas doctrinas, miedos… nos alejasen del camino de la felicidad, de la salud y del placer?

La buena sexualidad, la que los Nuevos Tiempos empiezan a vislumbrar, y que algunos, más avanzados, ya están descubriendo, es una forma de ser y de vivir donde al placer de los sentidos, se une el de la convivencia, donde el sexo es una consecuencia-manifestada de este bienestar, la creatividad y la fantasía una fuente constante de inspiración y la alegría y las ganas de jugar como niños nuestra forma de vida.

Esta forma de vivir el buen sexo nos genera una gran cantidad de hormonas que nos devuelven la ilusión, enaltecen la pasión, nos dan ganas de vivir, de superar dificultades, nos ayudan a encontrar respuestas más fáciles, a seguir la vida por un camino más corto, a sentir la alegría y la paz en nuestro interior y nos permiten encontrarnos a nosotros mismos desde un punto distinto, el punto del amor, entendido en toda su amplitud: física, psíquica y emocional.

“Los orgasmos frecuentes, estimulación de ondas cerebrales, alterarán la química del cuerpo. La depresión y el estrés desaparecen. La salud sexual de la mujer mejorará muchísimo. Los dolores de cabeza, calambres menstruales, problemas urinarios, la debilidad de la función inmune, incontinencia, etc.,  prácticamente pasarán a formar parte del pasado.

En el sexo tántrico, la química del cerebro se ve afectada al potenciar la actividad de las glándulas endocrinas que producirán más hGH, la serotonina, la DHEA y testosterona. Los estudios científicos y médicos demuestran que la salud sexual mejora drásticamente … se estimula la circulación sanguínea, la desintoxicación del cuerpo a través de la respiración, el fortalecimiento de las funciones cardiovasculares, sistemas endocrino/inmunológico y nervioso, lo que mejora la salud sexual, el rejuvenecimiento y la longevidad.” (Amrita Tantra)

A nivel emocional, el buen sexo puede ser liberador y sanador de antiguos abusos, de maltratos, culpas, miedos, patrones y viejas creencias que han hecho que muchas mujeres, dolidas, se hayan alejado del hombre y de alguna forma le estén pasando cuentas de un pasado donde el machismo dominó, esclavizó e incluso mató, a muchísimas mujeres. Hoy en día se ha descubierto que algunos juegos de rol sexuales, la plasmación de algunas fantasías eróticas y, por descontado, técnicas de sanación y masajes especiales, pueden sanar grandes y viejas heridas sexuales.
 
A nivel más profundo, más espiritual, hay corrientes que a esta nueva sexualidad la llaman “el regalo de los dioses” y que relacionan los orgasmos tántricos de alto voltaje con los éxtasis místicos. El Tantra nos enseña a desarrollar nuestra energía masculina y femenina para incluirla en la danza del sexo y elevar el nivel de consciencia de nuestra experiencia sexual hasta límites insospechados.

Este siglo XXI está rompiendo viejos esquemas, recolocando sistemas y haciendo brotar nuevas formas de vivir, donde se rompen los límites impuestos por las anteriores jerarquías políticas, científicas y religiosas y donde lo nuevo (muchas veces por demostrar) ofrece nuevas vías de solución.

Cada vez hay más Hombres y Mujeres que anhelamos reconocernos y aprender a mirarnos a los ojos y al corazón, y a saber disfrutar, al fin, de una auténtica sensualidad y de una sexualidad integral, más natural, juguetona y creativa, así como divina y sagrada; así, reconciliados y unidos de la mano, crearemos una nueva forma de vivir y disfrutar de la unión del cuerpo, el sexo y el alma, sentir la entrega y la honra entre el masculino y el femenino y respirar juntos la danza sutil del Tantra.

Esta sexualidad más abierta, que hasta hace poco no habíamos ni imaginado, y mucho menos, sentido y vivido de forma tan sublime, es la que nos ayudará a entrar en los secretos más ocultos de la Humanidad: la Salud, la Abundancia, la Felicidad y el Amor Infinitos.

Que la gocéis a tope,


Ignasi Tebé
Terapeuta y educador sexual
Colaborador de Sex Academy Barcelona