jueves, 26 de febrero de 2015

SEXO SENTIDO: con oído


Los humanos, a parte de emitir ruidos y gruñidos como todos los animales, tenemos la capacidad de hablar y de crear sonidos de mil maneras distintas. El erotismo, la sensualidad,… y el sexo más duro y apasionado carecerían de fuerza si transcurrieran en el silencio más absoluto. Los sordos sienten las vibraciones de forma mucho más sutil y gozan con ellas como nosotros gozamos del sonido en el rito sexual.

La riqueza infinita de este sentido, en las artes del sexo y del amor, es que, dependiendo del día, del momento, de la pareja, del estado anímico o de las ganas de jugar, puede adquirir todas las variantes que deseemos, por ello simplemente voy a lanzar unas ideas y luego que cada cual “orgasmee” con ellas como sepa.

Para empezar, en el inicio de toda relación, muchas veces se da la distancia física, esto ocurre cuando estamos de viaje, o por otras muchas circunstancias,… en estos casos y, dependiendo del instinto y creatividad de cada uno, podemos hacer uso del sexo telefónico o por Skype (voz + imagen); desde lo más tierno, hasta la masturbación más eróticamente narrada o “lo que te haría si estuvieras aquí”,…

No nos olvidemos nunca en momentos cruciales pronunciar el nombre del otro,… ¡Te adoro Lucía!, ¡Cuánto me gustas, Luis !, ¡Qué lindo culo tienes, Marta!,…

Los humanos podemos emitir sonidos guturales de placer (todos sabemos de esto) y también de “no me gusta”; conviene saber que ésta es la mejor manera de decirle al otro “me gusta o no” lo que me estás haciendo, diciendo, pensando…, ser un buen amante depende de la capacidad de emitir estos sonidos y de saber interpretarlos y tomarlos como una guía, como un aprendizaje constante,… No me negaréis que los suspiros, susurros, jadeos, ronroneos, gruñidos, gritos, risas,… nos ponen mucho más que un “así me gusta más”, “demasiado fuerte”, “más despacio”…

Hay otros ruidos igual de excitantes que no salen de nuestra boca ni de nuestras entrañas, sino de los besos húmedos (en los labios de arriba o los de abajo), de una buena mamada, del entrar y salir del pene en un sexo empapado, de una suave caricia sobre la prenda intima, de un arañazo apasionado o de un oportuno cachete en el culo si estamos jugando al BDSM.

Muchos otros sonidos externos a nosotros pueden ponernos a mil, el somier, la vibración de un juguete erótico, el ruido de ataduras, fustas, los sonidos delicados de masajes con aceites, lubricantes,.. hay que abrir totalmente este sentido si queremos gozar de todas las variantes de placer que nos puede regalar.

No nos olvidemos de la música de fondo adecuada en cada momento, desde una música oriental tipo zen, pasando por boleros,…hasta el rock más duro, tambores y percusión,… es bueno tener un álbum de CD’s adecuados para los momentos de intimidad, existen músicas especiales para estos momentos, aunque lo mejor es ir construyendo poco a poco, y a nuestro gusto, nuestra excitante recopilación musical.

Y por fin le llega el turno a la palabra, a la voz que podremos usar en todos sus matices, tonos, volumen,… sin olvidarnos de los exquisitos silencios colocados instintivamente en el momento y sobre el lugar preciso.

Palabras y frases dulces de amor que transmitan seguridad, presencia, ternura, protección, gusto por el otro, sentimientos, emociones,… “te quiero”, “me gusta estar contigo”, “me gusta sentirte así…”, “qué beso más dulce”, “tocarte me vuelve loco”, “qué guapo eres”,…. todas éstas, y millones más, abren el corazón y van calentando el deseo del cuerpo y del alma.

Palabras y frases subidas de tono, que denotan deseo, ardor, pasión,… son las que nos humedecen y nos ponen a tono para iniciar el juego sexual en todas sus infinitas variantes,… “me encanta lamer tus pezones”, “qué polla más guapa tienes”, “me muero de ganas de hacerte mío/mía”, “penétrame ya, no me hagas sufrir más”, “quieta, voy a follarte muy despacio…”, podríamos hacer un concurso y seguro que recopilaríamos miles de frases mejores que éstas.

Todavía nos faltan las palabras y frases fuertes o muy fuertes. Ahí debemos andar con cuidado, tantear primero si no conocemos bien a la pareja, esperar el momento adecuado, jugando con la escucha atenta a las señales del otro y arriesgándonos cuando creamos que es el momento, estos sonidos fuera de contexto resultarían ofensivos y dignos de un desplante, pero son los que en el furor y la batalla sexual enardecen al máximo y nos ayudan a precipitarnos al vacío del orgasmo,… “que coño más sabroso tienes guarra”, “fóllame cabrón, no te pares…”, “te voy a taladrar el culo”, “creí que eras una santa y mira qué puta eres”, “me gusta que …”, a imaginar, inventar, probar, arriesgarse, perder y a lo mejor ganar algún cachete,… y adquirir la maestría del sexo verbal y oral, según se mire.

Para terminar no os olvidéis que con nuestra voz podemos interpretar distintos personajes y recrearlos con diálogos, historias, aventuras, ambiente, vestuario,… podéis ser la Lolita calientabraguetas, la alumna sexy, la enfermera cachonda, la monja no tan virtuosa, la mujer policía que odia a los hombres, el ama, la sumisa,…. Nosotros podemos ser el latin-lover sudamericano, el francés romántico, el hombre salvaje, el amo “Grey” de turno, el bombero cachas, el fontanero ligón, el Casanova empedernido,…

Si queréis más, habladlo con vuestras parejas y empezad a jugar, espero muchas más ideas en los comentarios…

Hasta la próxima cita,

Ignasi Tebe (antes Ricardo Alas)
Sanador, educador y escritor sexual
Facilitador de cursos y talleres para Hombres, Mujeres y Parejas.
Contacto: 667761640 o conexion@ignasi-aurea.com

miércoles, 18 de febrero de 2015

SEXO SENTIDO: con mucho gusto

El buen sexo y todas sus infinitas variantes son, sin lugar a dudas, la fuente más extraordinaria de placer de la que disponemos los humanos, se adapta a todas las situaciones personales, familiares, sociales, económicas,… que podamos imaginar, puede salir por un pastón o de forma totalmente gratuita, no entiende de religiones, ni de políticas, ni de razas, ni de sexos,… puede ser el más libre o el más esclavizante,… pero el sexo sin gusto, NO es sexo.

El beso es la primera forma de conocer el “sabor” de la otra persona y, generalmente, una de las primeras manifestaciones iniciales de acercamiento sexual, ya que cuando más profundo es, mayor deseo genera. Pero no sólo debemos limitar el sentido del gusto a este húmedo acto, sino que debemos descubrir el placer de “saborear”, de todas las maneras que seamos capaces de imaginar, el cuerpo de nuestra pareja en toda su extensión, para conocer en la más íntima profundidad gustativa, a la persona con quien estamos y a su vez permitir que conozca nuestros sabores. Con el debido permiso del “otro” podemos adentrarnos en los sabores más íntimos, relacionados con el sexo oral y que crearán lazos más íntimos y de elevada temperatura.

Sus labios, su boca/lengua, sus/mis sabores, su piel, sus pechos culminados por esos pezones juguetones, sus axilas, sus brazos, sus manos, sus dedos, sus pies, sus piernas, sus ingles, sus rincones, el vientre, el ombligo, su pene, su vagina, sus nalgas, su ano, sus fluidos, el aliento, el soplo, las sensaciones de frío – calor, solas o mezcladas con sabores a frutas de todo tipo, a nata, chocolate, miel o café, mermeladas, especias,…o a los sabores de nuestras cremas, condones o pinturas,… debemos ser capaces de hacer sentir al otro el,… “me gustas…”, un me gustas que te atrae, que te hace desearle y que por ello le saboreas, disfrutando lentamente de cada parte de su exquisito cuerpo.

El placer del sabor es innegable, de recién nacidos nos agarramos a la teta de nuestra madre buscando el alimento y el sabor de su leche (¡cámbiale de leche y verás lo que pasa!), de mayores nos gusta,… observad que muchas expresiones de sensaciones y de placer van precedidas por el “me gusta…”

Me gusta tu perfume, me gustas tú, me gusta acariciarte, besarte, hacerte el amor, follarte, hacerte mío o mía, me gusta decirte cosas, me gusta castigarte,… seguramente nuestro sentido del gusto va muy unido al deseo y éste muchas veces al sexo.

Parece imposible poder prescindir de este sentido, está tan unido a nuestro cuerpo como lo están los alimentos a sus sabores,… por cierto, después de una buena sesión de sexo y de orgasmos, cuando nos sentimos perfectamente bien con nosotros y con nuestra pareja,… ¿Qué tal os sienta comer o beber un poco ¿A que sabe a gloria?

Practicar el sexo utilizando cada uno de nuestros cinco sentidos es la mejor forma de sublimar cada uno de nuestros sexuales juegos…

“… llevaba un buen rato invadiendo su cuerpo con mis besos, oliendo sus curvas, gustando su vello, perdiéndome en un laberinto de fragancias y sabores que me estaban llevando a un éxtasis desconocido. Paré para coger aliento, calmar los latidos de mi pasión y contemplar, durante unos instantes, su hermosa y sensual desnudez, su frágil redondez,… me estaba mirando lasciva, moviéndose de forma felina mientras se acariciaba voluptuosa a la espera de mi pausa.

Era un placer mirarla, escuchar sus ronroneos de gata en celo, verla tocándose y hundiendo sus dedos en su cueva de placer, sacarlos húmedos y brillantes, para lamérselos mirándome y haciéndome sentir su sabor sin gustarlos.

Muy excitado por semejantes visiones, volví a saborearla otra vez, ahora su ombligo juguetón, delicia de mis labios y lengua, su vientre, su venusina colina, con su rasurado vello, para resbalar mi lengua entre sus ingles y descender buscando su entrepierna, oliendo sus perfumes, imaginando el sabor de sus zumos, pero, como todo lo exquisito, dejando lo mejor para el final.

Me perdí entre sus piernas, saboreé sus pies, los besé, mordí sus dedos cual golosinas, jugué con mi lengua en los recovecos de sus rodillas, gustando su sabor a afrodita, un exótico sabor a piel excitada, creo que había conectado todos los poros de su cuerpo con su sexo; con cada beso, mordisco o caricia que recibía, su cuerpo olía cada vez más a hembra,…

Llegué a su anhelado sexo, que me recibía tibio y húmedo, listo para ser degustado como el más afrodisíaco de los manjares,… me entregué a sorber sus exquisitos flujos, a morder sus pétalos rosados y a lamer y chupar su perla palpitante, me embriagué ante tanto placer y deleite, que perdí la conciencia y me fundí entre sus flujos y sentí como penetraba en su cueva siendo abrazado por ella, perdiéndome entre sus tañidos, cual campanas que tocan a cielo…”

Buen provecho.
Ignasi Tebé (antes Ricardo Alas)

Sanador, educador y escritor sexual
Facilitador de cursos y talleres para Hombres, Mujeres y Parejas
Contacto: ignasi.aurea@gmail.com o llamando al 620969845

martes, 3 de febrero de 2015

TANTRA: El gran desconocido

Según el Tantra, el Universo nace de la unión cósmica de los principios femenino y masculino, el Yin y el Yang, recibir y dar, ser y hacer,…  la combinación de todo ello, hecha Amor sería la expresión de esta unión a nivel humano.
Cuando se menciona la palabra Tantra, muchas personas piensan en sexo grupal y desenfrenado, otras en una misteriosa y oculta práctica oriental y algunos lo asocian también a ciertas disciplinas esotéricas muy antiguas.
Ello se debe a un gran desconocimiento y a alguna mala publicidad que ha tenido últimamente en occidente.
Partamos de que no es Tantra todo lo que se dice. El sexo en si puede ser o no maravilloso pero muy pocas veces, desgraciadamente, tiene que ver con el Tantra.
Ciertamente, hay una parte del Tantra que se relaciona con la consciencia y práctica de la sexualidad sagrada, por ello en muchos países orientales y culturas ancestrales existen distintas tradiciones tántricas o formas de unir lo sexual con lo divino.
Ello no se da en aquellas culturas que han catalogado el sexo como algo que nos aleja de dios y lo han transformado en pecado, si no es dentro del contexto matrimonial o reproductivo.

Breve historia del Tantra

Los primeros registros del Tantra provienen de la India de hace unos 5000 años aproximadamente, aunque los verdaderos orígenes del Tantra se calculan en unos 8000 años aC., los pueblos  que habitaban los valles del Indostán tenían una visión del Cosmos y una concepción de la vida donde la práctica tántrica era una parte fundamental de la sociedad y de las relaciones.
Después de guerras y cambios sociales, algunos aspectos profundos del Tantra se fueron diluyendo (sobre todo, el “culto al femenino” que tan esencial es en el Tantra), aún así se conservó una gran parte de la esencia. Estas prácticas eran transmitidas y enseñadas en los templos y escuelas de la época, sobre todo a las castas superiores. Siglos después, la India fue invadida por el Islamismo, que se escandalizó con la indecencia de las imágenes, pinturas, textos y enseñanzas tántricas, lo que llevó a que éste se volviese mas oculto, hasta casi desaparecer por completo.
Los últimos vestigios importantes de una cultura, con cimientos tántricos, conocida en la India son las ruinas de Khajuraho.
En otras culturas también existieron prácticas tántricas diversas, pero en ninguna de ellas como lo fueron en la India.

La práctica del Tantra

En el Tantra, Shiva representa la esencia masculina, y Shakti la femenina, y cuando éstas se encuentran se produce una interacción armoniosa, vital y amorosa.
Como hombres y mujeres, cuanto más incorporamos, en nuestra relación, lo masculino o lo femenino, creamos una energía fascinante y mágica, así como profunda y poderosa, que genera la danza Universal de ambos sexos (Shiva y Shakti), infinita y eterna.
De hecho, la palabra Tantra (entretejido de energías complementarias, de origen sánscrito) ya nos indica que lo que se pretende es aprender a vivir (esta energía masculina y femenina) en cada momento del día y así experimentar y vivir más intensamente cada momento presente.
En el Tantra se busca compartir y explorar esta danza de las energías masculina y femenina utilizando todos los aspectos de nuestro ser: el cuerpo (sexo incluido), nuestra energía, nuestra capacidad de amar, los sentimientos y emociones, los pensamientos, la consciencia y, finalmente, el espíritu y el alma.
En este sentido, en el Tantra no se niega nada, ni se evita, ni se esconde; muy por el contrario, todo forma parte de esta interacción, y cada aspecto de nosotros mismos es invitado a participar en esta celebración, incluyendo nuestros aspectos menos evolucionados.
De ahí que el camino del Tantra es el camino de la aceptación de todo, y se busca incorporar y amar todas nuestras partes, dándoles espacio a la expresión y a la integración de lo humano con lo sublime.
Otro aspecto fascinante y maravilloso de la relación sagrada o tántrica es ver cómo, cuando la mujer potencia su diosa femenina (Shakti), está invitando al hombre a polarizarse en lo masculino, y, en la medida en que él incorpora su dios (Shiva) y ofrece su esencia masculina en la relación, va despertando a la diosa que hay en ella. Esta aportación mutua genera cada vez más alegría y más amor en la relación.
Esto crea resultados inmediatos en la manera de relacionarnos no sólo con la pareja sino con la vida en todas sus áreas, con el mundo en general, permitiéndonos desarrollar así los dones especiales que todos tenemos como hombres y como mujeres.
Experimentar y profundizar en el Tantra, el arte del Amor y la Relación Sagrada, y zambullirse en la consciencia que éste propone, puede ser la respuesta a muchas de las insatisfacciones, no sólo sexuales, que estamos viviendo en la actualidad.

Ignasi Tebé (ignasi.aurea@gmail.com ó tel.: 620969845)
Sanador, educador sexual y escritor.
Facilitador de talleres y cursos para Hombres, Mujeres y Parejas
Terapeuta, escritor y educador sexual