sábado, 24 de septiembre de 2016

LA ENERGÍA KUNDALINI: ¿mito o realidad?


Mi mano derecha estaba acariciando el vello de su pubis, sintiendo en parte la adoración por este vientre amado y por otra el deseo que generaba en mis entrañas esta hembra-diosa. Era muy hermosa, las formas de su femenino me encantaban, sus curvas, suavidad, textura, sus labios, su olor, su humedad… sentía mezcladas en mí, el deseo, la pasión y la devoción.
Ella respiraba suave, relajada, dejándose amar.
Mi respiración se iba acelerando, mi sexo despertando al deseo, con la otra mano acariciaba su cara, sus labios, su pecho… estaba entrando en un estado de embriaguez fruto de su embaucadora sensualidad, perdido en ella, dejando de ser yo y gozando de la Mujer, de la Hembra y de la Diosa.  Mis labios se unieron a los suyos… empecé a temblar, a vibrar… lo que sentía era mucho más que la atracción por ella, era algo nuevo.
Todo mi ser se aceleró, corazón, aire, sexo, sensaciones… sentía como un vértigo, algo que quería salir de mi, noté esta fuerza que empujaba en mi sexo, en todo mi perineo (mi pene se puso duro al instante), que anhelaba  llenarme por completo, buscando una forma de salir; no era el semen, no era un orgasmo conocido, era algo que cuando estalló dentro de mí, me arrastró a un vacío lleno de luz, de paz, de placer… era un orgasmo total… subiendo por mi espalda, llenando todo mi cuerpo, expandiéndose hacia el universo, haciéndome sentir una parte de este Todo Femenino, sintiéndome lleno y vaciándome…
Dice que dejé de respirar más tiempo de lo normal… me quedé en un éxtasis indescriptible, perdido en sensaciones, en la plenitud de algo superior… volví a respirar, a recuperar el aliento a ser consciente de dónde, cómo estaba y con quién, a sentir una inmensa felicidad.
¿Qué ha pasado? Tú sabrás… respondió con cara de sorprendida, le mal expliqué lo que me había ocurrido y se alegró de que su energía femenina hubiera podido despertar en mi tal experiencia.
Han pasado ya bastantes años, desde que descubrí, preguntando a un gran amigo, que aquello fue una Kundalini; quería repetir la experiencia y al principio no lo lograba… ahora, con el tiempo, ha pasado a formar parte de las maravillas de mi existencia. Con mi actual pareja puedo disfrutar de esta experiencia a menudo y al sentirla he podido comprender (no sé si explicar) este regalo que la Naturaleza nos ofrece a todos.
La energía sexual, cuando no está impulsada sólo por el deseo del coito, sino que procede de la estimulación a través de todos los sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto) de nuestra parte masculina dadora (Yang) y de nuestra parte femenina receptora (Yin), de todos los poros de nuestra piel y de emociones tan sentidas como la ternura, el respeto, la admiración, entrega, libertad, seguridad, confianza… de nuestro corazón, del alma y evidentemente de nuestro cuerpo y sus genitales… resulta tan infinita que necesita esparcirse y llenarnos.
Saciarla o vaciarla con un orgasmo, por intenso que sea, es gozarla sólo en una pequeña parte; escucharla y seguir su proceso en cada instante, sentir como respirando la hacemos subir cada vez más arriba, vientre, diafragma, pulmones, corazón, brazos, hombros, cuello… nos ofrece otro tipo de experiencia mucho más sublime.
De repente la energía que hemos generado se despierta, parece que atrae a mucha más energía, la sentimos entrar en nosotros por los pies, por el perineo, por las manos… nos invade, llena y busca su salida en la luz, en la conexión con el infinito, la sentimos subir por nuestra espalda, primero despacio, cada vez más rápido… estallando finalmente a través de nuestra pineal hacia un horizonte donde el Femenino carece de forma y lo llena todo, donde somos como un espermatozoide cósmico fecundando a la Madre Naturaleza.
Algunos han considerado el despertar de esta energía como algo peligroso si no se está preparado, personalmente creo que si no lo estás no corres peligro alguno y si llegas a sentirla, a vivirla, es porque sí estás listo y la misma energía te acompañará. Supongo que a cada uno le llega en su momento adecuado aunque buscarla cuando no estás preparado sigue siendo una hermosa manera de ir preparando tu cuerpo, tu mente y tu alma para este futuro gran encuentro.
Cuando algunos místicos del Tao, del Tantra o de otras formas de vivir, hablan de unir la tierra con el cielo, estoy seguro que se refieren a esta experiencia donde el orgasmo pierde su nombre y se transforma en éxtasis.

 La Kundalini es la pura energía Vital, Universal, que busca desde el Gran Femenino (el Yin), al Gran Masculino (el Yang), es la atracción entre la tierra y el cielo, entre el sexo y el alma, es la fusión de lo que es (Yang-Shiva) y lo que se manifiesta (Yin-Shakti)… en términos más románticos es la Comunión Íntima entre el Masculino y el Femenino, pasando por el corazón (sin usar la mente).

Si cuando gozo de la vida, de un buen alimento, un hermoso paisaje o de mi cuerpo o del de mi amante… presto atención y me centro en escuchar estas sensaciones dentro de mí, sin juzgar, ni razonar, sin considerarlas etapas de ningún logro, sin esperar nada, sino simplemente disfrutando el momento… puede que sienta algún escalofrío de placer en mi interior.
Así empieza a moverse esta energía, pequeños y agradables escalofríos semejantes a cuando nos rozan la espalda (de abajo hacia arriba) o cuando nos acarician la nuca o nos rascan la cabeza…
Evidentemente esta ascensión energética no siempre se da de forma fácil… por el camino puede encallarse, encontrar atascos energéticos de tipo físico, mental o emocional, bloqueos, miedos, prejuicios, falsas creencias…que nos impidan sentir la experiencia o incluso, nos pueden ocasionar alguna molestia (como dolor de cabeza). De ahí la conveniencia de tener el cuerpo, la mente, el alma y la energía… limpios, claros, diáfanos…

Si sientes que quieres vivir esta experiencia, que puede ayudarte en tu vida, si deseas olvidarte de tus pequeñeces y empezar a fundirte con el universo, con los demás… si sientes que podrías… empieza a sanarte, a abrirte, a sentir y a dejar que la Serpiente de la Sabiduría vaya abriéndose camino en tu interior, no hay fechas, ni metas… ni ningún objetivo, no es algo a lograr… no es el resultado del Hacer, sino del Ser, del Estar y el Sentir… sólo un camino lleno de hermosas experiencias.
Y si conoces a alguna persona honesta en quien confíes y desees que pueda acompañarte y guiarte en este camino, pídeselo, ella valorará tu predisposición y podrá acompañarte en el camino.
Ignasi Tebé
Terapeuta, escritor y facilitador de cursos y talleres para Mujeres, Hombre y Parejas.
Colaborador de SexAcademy Barcelona.