Mi mano derecha estaba
acariciando el vello de su pubis, sintiendo en parte la adoración por este
vientre amado y por otra el deseo que generaba en mis entrañas esta
hembra-diosa. Era muy hermosa, las formas de su femenino me encantaban, sus curvas,
suavidad, textura, sus labios, su olor, su humedad… sentía mezcladas en mí, el
deseo, la pasión y la devoción.
Ella
respiraba suave, relajada, dejándose amar.
Mi
respiración se iba acelerando, mi sexo despertando al deseo, con la otra mano
acariciaba su cara, sus labios, su pecho… estaba entrando en un estado de
embriaguez fruto de su embaucadora sensualidad, perdido en ella, dejando de ser
yo y gozando de la Mujer, de la Hembra y de la Diosa. Mis labios se unieron a los suyos… empecé a
temblar, a vibrar… lo que sentía era mucho más que la atracción por ella, era
algo nuevo.
Todo
mi ser se aceleró, corazón, aire, sexo, sensaciones… sentía como un vértigo,
algo que quería salir de mi, noté esta fuerza que empujaba en mi sexo, en todo
mi perineo (mi pene se puso duro al instante), que anhelaba llenarme por completo, buscando una forma de
salir; no era el semen, no era un orgasmo conocido, era algo que cuando estalló
dentro de mí, me arrastró a un vacío lleno de luz, de paz, de placer… era un
orgasmo total… subiendo por mi espalda, llenando todo mi cuerpo, expandiéndose
hacia el universo, haciéndome sentir una parte de este Todo Femenino, sintiéndome
lleno y vaciándome…
Dice
que dejé de respirar más tiempo de lo normal… me quedé en un éxtasis
indescriptible, perdido en sensaciones, en la plenitud de algo superior… volví a
respirar, a recuperar el aliento a ser consciente de dónde, cómo estaba y con
quién, a sentir una inmensa felicidad.
¿Qué
ha pasado? Tú sabrás… respondió con cara de sorprendida, le mal expliqué lo que
me había ocurrido y se alegró de que su energía femenina hubiera podido
despertar en mi tal experiencia.
Han pasado ya bastantes años, desde que descubrí, preguntando
a un gran amigo, que aquello fue una Kundalini; quería repetir la experiencia y
al principio no lo lograba… ahora, con el tiempo, ha pasado a formar parte de
las maravillas de mi existencia. Con mi actual pareja puedo disfrutar de esta
experiencia a menudo y al sentirla he podido comprender (no sé si explicar) este
regalo que la Naturaleza nos ofrece a todos.
La energía sexual, cuando no está impulsada sólo por el
deseo del coito, sino que procede de la estimulación a través de todos los sentidos
(vista, oído, olfato, gusto y tacto) de nuestra parte masculina dadora (Yang) y
de nuestra parte femenina receptora (Yin), de todos los poros de nuestra piel y
de emociones tan sentidas como la ternura, el respeto, la admiración, entrega,
libertad, seguridad, confianza… de nuestro corazón, del alma y evidentemente de
nuestro cuerpo y sus genitales… resulta tan infinita que necesita esparcirse y
llenarnos.
Saciarla o vaciarla con un orgasmo, por intenso que sea,
es gozarla sólo en una pequeña parte; escucharla y seguir su proceso en cada
instante, sentir como respirando la hacemos subir cada vez más arriba, vientre,
diafragma, pulmones, corazón, brazos, hombros, cuello… nos ofrece otro tipo de
experiencia mucho más sublime.
De repente la energía que hemos generado se despierta,
parece que atrae a mucha más energía, la sentimos entrar en nosotros por los
pies, por el perineo, por las manos… nos invade, llena y busca su salida en la
luz, en la conexión con el infinito, la sentimos subir por nuestra espalda,
primero despacio, cada vez más rápido… estallando finalmente a través de nuestra
pineal hacia un horizonte donde el Femenino carece de forma y lo llena todo,
donde somos como un espermatozoide cósmico fecundando a la Madre Naturaleza.
Algunos han considerado el despertar de esta energía como
algo peligroso si no se está preparado, personalmente creo que si no lo estás
no corres peligro alguno y si llegas a sentirla, a vivirla, es porque sí estás
listo y la misma energía te acompañará. Supongo que a cada uno le llega en su
momento adecuado aunque buscarla cuando no estás preparado sigue siendo una
hermosa manera de ir preparando tu cuerpo, tu mente y tu alma para este futuro gran
encuentro.
Cuando algunos místicos del Tao, del Tantra o de otras
formas de vivir, hablan de unir la tierra con el cielo, estoy seguro que se
refieren a esta experiencia donde el orgasmo pierde su nombre y se transforma
en éxtasis.
La Kundalini es la pura energía Vital, Universal, que busca desde el Gran Femenino (el Yin), al Gran Masculino (el Yang), es la atracción entre la tierra y el cielo, entre el sexo y el alma, es la fusión de lo que es (Yang-Shiva) y lo que se manifiesta (Yin-Shakti)… en términos más románticos es la Comunión Íntima entre el Masculino y el Femenino, pasando por el corazón (sin usar la mente).
Si cuando gozo de la vida, de un buen alimento, un hermoso paisaje o de mi cuerpo o del de mi amante… presto atención y me centro en escuchar estas sensaciones dentro de mí, sin juzgar, ni razonar, sin considerarlas etapas de ningún logro, sin esperar nada, sino simplemente disfrutando el momento… puede que sienta algún escalofrío de placer en mi interior.
Así empieza a moverse esta energía, pequeños y agradables
escalofríos semejantes a cuando nos rozan la espalda (de abajo hacia arriba) o
cuando nos acarician la nuca o nos rascan la cabeza…
Evidentemente esta ascensión energética no siempre se da
de forma fácil… por el camino puede encallarse, encontrar atascos energéticos
de tipo físico, mental o emocional, bloqueos, miedos, prejuicios, falsas
creencias…que nos impidan sentir la experiencia o incluso, nos pueden ocasionar
alguna molestia (como dolor de cabeza). De ahí la conveniencia de tener el
cuerpo, la mente, el alma y la energía… limpios, claros, diáfanos…
Si sientes que quieres vivir esta experiencia, que puede
ayudarte en tu vida, si deseas olvidarte de tus pequeñeces y empezar a fundirte
con el universo, con los demás… si sientes que podrías… empieza a sanarte, a
abrirte, a sentir y a dejar que la Serpiente de la Sabiduría vaya abriéndose camino
en tu interior, no hay fechas, ni metas… ni ningún objetivo, no es algo a
lograr… no es el resultado del Hacer, sino del Ser, del Estar y el Sentir… sólo
un camino lleno de hermosas experiencias.
Y si conoces a alguna persona honesta en quien confíes y
desees que pueda acompañarte y guiarte en este camino, pídeselo, ella valorará
tu predisposición y podrá acompañarte en el camino.
Ignasi Tebé
Terapeuta, escritor y facilitador de cursos y talleres
para Mujeres, Hombre y Parejas.
Colaborador de SexAcademy Barcelona.
No se pueden decir más gilipolleces en una entrada de blog. Imposible.
ResponderEliminarIgorante presuntuoso.
Querido amigo anónimo, decir lo que siento, lo que creo y lo que vivo a mi manera es un derecho de libertad que me gusta utilizar. Voy a borrar tu comentario y mi repuesta en unas horas porque no quiero que los lectores vean que tengo personas tan poco abiertas como tu. Por favor bórrate tu mismo, ya que no puedes decirme quien eres.
ResponderEliminarSr. Anonymous, como ignorante presuntuoso te acabas de describir a ti mismo. Y si te observas un poco a ti mismo, además le podrás sumar el adjetivo de "irrespetuoso". Ignasi habla y comparte de lo que sabe. Desde luego, tú no tienes porque querer descubrir(te) más allá de tus limitaciones y frustraciones, pero desde esa posición no tiene ningún valor que ataques lo que no conoces.
ResponderEliminarPor suerte, Ignasi continuará alimentandonos y acompañandonos con su experiencia y valor de buscador, para facilitar el camino de los q no se creen lo "imposible" establecido. Por cierto, secundo el artículo al 100x100 ��
Una abraçada, Ignasi! Y otra a ti, Anonymous, con intención de un poco de apertura de mente. Serás más feliz de comprobar que lo q siempre sospechabas era real ��. Oscar.
Gracias por la inspiración. Ojalá me sirva para acercarme a este momento mágico.
ResponderEliminarHay más sabiduría detrás de este yoga , que en general los seguidores aún no conocen , referibles al plano eterico , astral, mental y espiritual.
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